Educación. Promovemos el Evangelio y los valores maristas en centros escolares y apoyamos la educación no formal para jóvenes desatendidos. En Europa estamos implicados en quince proyectos educativos.

Apoyo a los buscadores de sentido. Acompañamos a personas en cualquier sitio donde las encontremos, estando atentos a su afán por dar sentido a su vida y encontrar un puesto en la sociedad y en la Iglesia actual. Forma parte integral de ello el deseo de un diálogo interreligioso.

Parroquias más misioneras. Nos esforzamos por hacer que las parroquias adquieran la condición de comunidades de fe abiertas a todos, y permitiendo que todos los parroquianos participen activamente en la misión.

Solidaridad con marginados y excluidos. Procuramos estar con y ser cercanos a los pobres y socio-económicamente excluidos de la sociedad actual; buscamos acompañarlos y cooperar con otras organizaciones de fines similares.

Colaboración con los laicos. Emprendemos todos esos ministerios en colaboración con los laicos. Compartimos con ellos nuestra espiritualidad y les transmitimos la responsabilidad de las obras maristas. He aquí una Guía que regula las relaciones entre religiosos y laicos maristas.

Vida comunitaria marista. Vivimos en comunidad, lo cual es un testimonio esencial en nuestra misión. Tratamos de formar comunidades capaces de suscitar vocaciones a la vida marista.